El confinamiento de la población mundial ha tenido dos grandes consecuencias que afectan directamente al sector. La primera, el aumento exponencial del comercio electrónico ha impuesto la necesidad de desarrollar nuevas fórmulas de negocio. Y la segunda, la reducción de los niveles de contaminación en todo el mundo ha impulsado con más fuerza que nunca las iniciativas legislativas ecológicas en todos los sectores, incluyendo el sector Transporte.
Hasta ahora, hemos visto como normativas medioambientales, con sus más de un vaivén político, comenzaban a implantarse en ciudades como Madrid y Barcelona para reducir la contaminación en los centros urbanos. Un ejemplo de ello han sido las Zonas de Bajas Emisiones en el centro de las mencionadas ciudades. Esta nueva realidad, no es sino el principio del cambio hacia una movilidad más sostenible.
El Transporte se va a ver obligado a adaptarse rápidamente a esta nueva etapa para cumplir con las distintas normativas que desde Europa y desde el Gobierno comenzarán a instaurarse más pronto de lo que pensamos.
El Green Deal Europeo
Últimamente se escucha mucho acerca del Green Deal o el Plan Verde, con el que la Unión Europea pretende conseguir una Europa neutra climáticamente en 2050. Entre las acciones para la lucha contra el cambio climático, se encuentran varias medidas para el sector Transporte, que según el propio Plan representa la cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea.
Para lograr la neutralidad climática, la Comisión Europea apuesta por la reducción del 90% de las emisiones procedentes del transporte en los próximos años. En concreto, pretende dar un fuerte impulso al transporte multimodal y sustituir una parte sustancial del transporte por carretera por el ferrocarril y las vías navegables interiores.
Sin duda, esta acción supone un gran cambio en la configuración actual del transporte de mercancías. No obstante, la solución no tiene por qué pasar por la sustitución del transporte por carretera sino por el impulso al empleo de una flota 100% ecológica y por una mejora de la interconectividad entre los distintos medios de transporte, creando una conexión más rápida y eficiente entre las distintas modalidades de transporte.
La UE quiere también apoyar la infraestructura y el sistema de transporte con el objetivo de reducir la congestión y contaminación, sobre todo en las zonas urbanas. A nivel nacional, el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Eficiencia Energética ataca ya esta acción en su plan para los próximos años.
Asimismo, y como apuesta por el cambio a una movilidad sostenible, el Plan prevé a su vez la desaparición de las subvenciones a los combustibles fósiles y el examen de las exenciones fiscales actuales, sobre todo en relación con los combustibles para el transporte aéreo y marítimo.
En conclusión, el objetivo del Green Deal en relación con el Transporte pasa por ser infinitamente menos contaminante, especialmente en las ciudades y centros urbanos y supondrá un cambio radical en la concepción del sistema actualmente establecido.
El anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Eficiencia Energética
A nivel nacional y en esta misma línea, el Ejecutivo también ha dado un fuerte impulso a la tramitación del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Eficiencia Energética.
Según los datos del Gobierno, el Transporte en 2018 fue el sector con más peso en las emisiones de gases de efecto invernadero con un 27%. Concretamente, el tráfico por carretera representaba el 25% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero y un tercio de estas se concentraba en las aglomeraciones urbanas.
Por esta razón y de acuerdo con la hoja de ruta, uno de los principales objetivos es la obligatoriedad de las Zonas de Bajas Emisiones en municipios de más de 50.000 habitantes y en los territorios insulares para no más tarde de 2023.
Asimismo, el desarrollo de los objetivos establecidos se plasmará a través de sucesivos Planes Nacionales de Energía y Clima. El primero que aplicaría para la franja de 2021 a 2023 pretende reducir las emisiones en un 23% respecto a 1990 y duplicar el porcentaje de renovables en el consumo final hasta un 42%.
Últimamente, hemos visto como la última milla se complica cada vez más para empresas y transportistas y como el mercado inmologístico está apostando fuerte por la creación de hubs urbanos con el objetivo de agilizar las entregas y movilizar las mercancías desde el corazón de las propias ciudades con vehículos eléctricos.
Sin duda, los plazos establecidos tanto en las normativas europeas como en el anteproyecto de ley nacional suponen un reto para el transporte que deberá invertir en el cambio de las flotas de sus vehículos más rápidamente de lo planeado para adecuarse a las nuevas exigencias.
Comienza así un largo camino para el sector Transporte en el que la evolución hacía una movilidad más sostenible va a desarrollarse a una velocidad vertiginosa. La necesidad de adaptarse a las nuevas normativas y la importancia de adelantarse a las futuras demandas es esencial para el futuro de las empresas dedicadas a este sector. Es aquí donde el apoyo y el asesoramiento legal adecuado marcarán la diferencia en el incierto pero verde futuro que se abre camino para el Transporte.
Si necesitas asesoramiento no dudes en contactarnos en el número de teléfono 93 184 73 93 o en el 91 391 01 10 o en el correo electrónico sbc@sbcabogados.es
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