La situación provocada por la crisis sanitaria del Covid-19 está dejando a su paso una crisis económica con una gran repercusión en la mayoría de los hogares y empresas, cuyos efectos, lamentablemente, se prologarán en el tiempo.

A diferencia de en 2008, hoy contamos con la Ley de Segunda Oportunidad que se promulgó en 2015 con el objetivo de paliar los efectos de la recesión provocados por la crisis económica de entonces. Esta Ley instaura un mecanismo de segunda oportunidad con el objetivo de reducir de la carga financiera de particulares y autónomos.

¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad?

Es un mecanismo que permite a particulares y autónomos la posibilidad de sobreponerse de una mala situación económica, permitiéndoles la renegociación de las deudas o incluso la exoneración total de ellas si se cumplen determinados requisitos.

¿Cuáles son los requisitos para acogerse a la Ley?

La persona que quiera acogerse a esta Ley debe cumplir con una serie de condiciones como actuar de buena fe, haber intentado la negociación de un acuerdo extrajudicial de pagos, no haber sido condenado por delitos económicos o sociales, o no haber acudido a este beneficio en los últimos diez años, entre otros.

La ley de Segunda Oportunidad abre la puerta a que particulares y autónomos se recuperen, ofreciéndoles la posibilidad de volver a empezar de cero sin tener que arrastrar esa deuda indefinidamente y sin comprometer su patrimonio futuro.

No es un proceso sencillo, por eso es necesario contar con el mejor asesoramiento profesional.